Todo empieza una mañana de domingo, suena el despertador, lo primero que escucho es la lluvia y el viento que golpean contra mi persiana, por mi cabeza empieza a pasar el cansancio acumulado de la semana y me entra esa duda ¿voy o no voy? Al final el vicio puede mas como no. Comienza una mañana pasada por agua. En la autopista camino hacia el pesquero la lluvia cesa, pero el cielo está totalmente cubierto de un gris amenazador, las banderas situadas en algunos lugares de la ciudad me indican que sopla levante, lo cual se traduce a mar movida. En definitiva con estas condiciones de bajas presiones, mar de fondo, y lluvia, no esperaba mucho del dia. Cuando llego al pesquero y veo el mar, las condiciones son peor de las que imaginaba. Bueno con desanimo me dispongo a empezar la jornada con top waters haber si alguna despistada llampuga andaba cerca, tras varios lances en varias direcciones desisto, cambio de técnica con las condiciones de mala mar que habían no quedaba otra que optar por el jig casting. El primero en mojarse será un jugulo de 40 gr color rosa. Comienzo a batir agua, sin resultados, varios cambios de señuelos y muchos lances dan paso a una pausa por mi parte, decido parar y almorzar. Como siempre con los 5 sentidos pendientes de la superficie del mar. Nunca os ha pasado que justo en el momento que se decide parar a hacer algo, bien sea comer, o preparar un bajo nuevo, justo en ese momento se produce un ataque o se levanta una pajarera etc… Pues como os digo atento que estaba veo como explota la superficie, a los dos segundos se repite otro ataque, y justo después se ve salir volando por encima de la ola un pequeño tunido cercano al par de quilos. No se volvió a repetir esa escena, así que acabe mi almuerzo con total tranquilidad. De nuevo empuñe el equipo y no me acordaba que tenía dos cositas para probar eran unos vinilos para las llampugas y un jig marca decathlon. Los vinilos por las condiciones ni los moje pero el jig por el contrario si lo puse, pero no sin antes sustituirle la anilla y potera que traen montados, por una anilla owner de 50lb y una ST 66 . El primer lance con este jig fue dirigido al mismo punto donde se había producido el ataque del tunido, dejo descender el jig unos 8-10 metros , cierro pick up, tenso la línea, en cuanto siento el peso del jig comienzo con tirones cortos y rápidos al tercero, me paran la manivela del twin power en seco, la caña se arquea y me muestra los primeros cabezazos del animal, bombeo 3-4 vueltas de manivela y el freno empieza a chillar, el pez se dirige con fuerza hacia el fondo, lo consigo frenar , de nuevo lo bombeo y es cuando me digo a mi mismo: Que demonios es esto. Sin demasiados problemas le voy ganado metros, siento unos cabezazos en la puntera , de nuevo vuelve a sacar metros hacia el fondo con fuerza, en ningún momento le dejo que alcance fondo, pero tampoco me veo con el pez dominado, cuando lo tengo a unos 20 metros, la presa aprovecha las fuertes corrientes que habían en la zona, para meterse en un caño de corriente que suele succionar hacia el fondo aquí la cosa se me complico. Estuvo muy cerca de llegar a el, cuando la consigo sacar de ese caño, el pez empieza a buscar los salientes rocosos para cortar haciéndome correr y saltar por las piedras para pelearlo en vertical después de casi 5minutos de combate, y con el pez rendido en mis pies me encuentro con una verdadera satisfacción y a la vez gran problema, como demonios voy a coger a este pez. Yo poquísimas veces me ayudo de salabre, esta vez realmente me toco jugármela por un pez que merecía la pena, habían olas de casi 3 metros, me moje hasta el pecho, pero conseguí cogerla y ponerla en seco.
Autentica serviola dumerili de tales dimensiones, en barna y pescada desde orilla, permítanme decir que es complicadísimo, y quienes conocen la costa barcelonesa bien lo saben. Gracias a un español que se ofreció a grabar tengo un buen recuerdo en forma de video de toda la emoción vivida esa mañana, y gracias también a este señor me pude retratar con el precioso animal.
Por supuesto que os podéis imaginar el revuelo que se monto cuando me vieron que corriendo me metía otra vez en el agua para devolverla, ya estaba mojado así que me daba igual mojarme mas, baje a las piedras con el consecuente riesgo para reanimar un poco a la serviola, no la pude reanimar el tiempo necesario, pero la solté y se quedo en la superficie, lentamente fue incrementando su fuerza, no tardo ni 15 segundos, en coger camino otra vez hacia su vida. Momento el cual me produjo una gran satisfacción. Los killer´s que estaban allí me llegaron a ofrecer hasta dinero por la presa, como os digo más satisfacción si cabe. La pesca desde orilla es dura, muy dura. Cada vez que visito según que sitios siento una tristeza y a la vez rabia, de ver como los mismos de siempre y algunos más están explotando los pequeños ecosistemas, no perdonan ni al más pequeño, da igual que se pueda comer o no, si no se come lo utilizan como cebo, el objetivo es siempre el mismo, haber que sacamos hoy, y así todos los litorales, no solo el barcelones, repletos de gente con el mismo pensamiento. Qué futuro nos espera madre mía…
Equipo utilizado:
Caña: Customizada 2.10m accion 15 -40 gr
Carrete: Shimano Twin Power Ci4 4000 Mg
Trenzado: Power pro 20 lb
Bajo: Unitika 0.52mm
Hasta la proxima.